sábado, 25 de diciembre de 2010

Amarte y Odiarte.

Hoy tengo ganas de decirte lo que nunca te dije. Quiero que me veas sin ningún disfraz, ni muralla de por medio. Sé que quizás es un poco tarde para todo esto pero yo lo necesito para poder seguir con mi vida. O puede que también para darle un fin a esta historia que duró más de lo que cualquiera hubiera esperado. Es difícil de asumir que empezaste siendo un chico de una noche, y lo peor: de una noche de mi viaje de egresados. Se sabe que no es el lugar oportuno para conocer a nadie ¿Quién lo diría? Son estás vueltas raras que tiene la vida. Mira como cambiaron las cosas que ahora sos una de las personas que más marcaron mi viaje, mi año y hasta mi vida. A veces creo que no sabes lo mucho que sos para mí o que no te lo dejo ver. Me gustaría que sintieras como late mi corazón cada vez que me saludas, me hablas, me besas o me mandas un mensaje. Me cuesta un poco admitir que te ganaste el cariño que ningún otro chico se había podido ganar. Y ahora que lo veo fríamente me doy cuenta de lo muchísimo que te costo hacer un huequito en mi corazón. La cantidad de veces que me porté pésimo y seguramente te lastimé… De verdad estoy muy arrepentida. Pero no puedo volver el tiempo atrás y cambiar las cosas. Lo que pasó, pasó. La única opción que tengo es poner de mi parte, poner todo lo que no puse en su momento y más. Y esperar a que me puedas perdonar. No me voy a cansar de intentarlo. No importa cuantas veces te tenga que hablar o lo que tenga que hacer. Yo te quiero, y eso el tiempo no lo cambia… Quiero apostarte absolutamente todo. Pero no quiero de vos lo que quiere cualquier chica normal. Yo no espero una relación seria, común, aburrida. Quiero que sea una relación distinta, rara, única. Yo no quiero que no estés con otras chicas o que no las quieras. Quiero que me veas especial y que me quieras tal cual soy. No sé si es mucho pedir pero te quiero a vos. Más que eso: te necesito... porque coloreas mi vida, le das la emoción y la armonía que jamás tuvo. Siempre te quise, pocas veces te lo hice saber y menos veces te lo demostré. Si te digo que te odio es porque no puedo decirte que te amo. En el fondo sé que lo sabes. Ahora solamente me falta demostrártelo. 

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