domingo, 2 de enero de 2011

2011

2011

Recién acaba de empezar el año y aunque intente pintarme una sonrisa en la cara, no consigo más que un intento de mueca. Se nota a diez mil kilómetros de distancia que estoy triste. Ya lo notaste cuando te despediste de mi el martes. Y sin embargo, te importo poco y nada. No me esperaba que me ignoraras por tanto tiempo (ya perdí la cuenta de los días). Quiero decir: podrías haberme deseado un feliz año nuevo, por lo menos. Pero al parecer es pedirte mucho  y yo tengo en claro que no te puedo pedir absolutamente nada. Es la primera vez que me pasa algo así. Ahora entiendo a mis amigas cuando no tenían ganas de nada, cuando no les servían los consejos que les daba, cuando no podían dejar de pensar en esa persona… Eso les pasa normalmente a las chicas a los quince o dieciséis años pero yo estoy un tanto atrasada en este tema. Sin contar que nunca me llego el queridísimo cupido, y esto es lo más parecido al amor que conozco, o sea, vos sos para mí sos lo más parecido al amor. Es más feo de lo que pensaba… y ya no sé que hacer porque hasta cuando duermo estás comigo. Es vergonzoso tener que admitir que sueño con vos, ni siquiera son sueños lindos porque en todos me decís que no me queres. Quiero irme rápido de vacaciones para estar bien lejos y olvidarme de que existís. Sé que puedo, sólo es cuestión de tiempo para borrarte definitivamente de mi vida. Si pude olvidarme de vos una vez, tengo que poder otra vez. Pero mientras haya algo que me lo impida voy a seguir haciéndome preguntas pelotudas, como: ¿Por qué te tuve que conocer esa noche en Genux? ¿Por qué tuviste que ponerte a hablar con mi amiga en Rocket? ¿Por qué no desapareciste de mi vida después de eso? ¿Por qué tuve que volver a verte? ¿Por qué? Ojala pudiera volver el tiempo atrás, esquivarte y no conocerte nunca… Quizás las cosas irían mejor o peor, no lo sé. Puede que no conociera a otra persona que haga sentir lo que vos haces … o puede que sí. No lo voy a saber nunca porque estás en mi vida más presente de lo que quisiera. Ahora me arrepiento de muchas cosas que me dí cuenta que hice mal. Siempre fui un iceberg con vos, siempre usé una armadura que te impedía acercarte a mí. A pesar de toda esa mierda de protección que usaba lograste entrar, todavía no sé como lo hiciste. Cuando me dí cuenta que tenía que cambiarlo ya era muy tarde, y no sirvieron de mucho mis intentos porque todos fracasaron. Más o igual que mis fallas al ocultar lo que sentía por vos…  O peor: intentando sentir lo mismo por otra persona. Me doy cuenta que metí mucho la pata en el 2010, sobre todo con en el amor.  Supuestamente es lo común a esta edad pero con mi experiencia era muy esperable. Dicen que de los errores se aprende y aunque me cueste aceptarlo: vos sos un gran error. Tampoco pretendo exagerar diciendo que sos lo peor que me pasó en toda la puta vida pero quiero dar una idea la magnitud de todo esto. El único error del que nunca me voy a arrepentir por más que me quiera convencerme de lo contrario: sos la excepción de mis errores. Es tan difícil dejarte atrás, ver que sos pasado y no vas a estar en mi presente, y muchísimo menos en mi futuro…  Creo que es así de duro porque yo sé que en tu vida no fui nadie mientras vos en la mía fuiste mucho. Siento que esto es una especie de despedida…  o una más de las tantas cartas que te escribo y que jamás vas a leer. No quiero engañarme a misma ni un minuto más, no vas a volver, mi corazón me lo dice. Espero no haber sido para vos “otra chica”. No me gustaría ser una más del montón. Me conformo con saber que alguna vez algo me quisiste… 

No hay comentarios:

Publicar un comentario